dimecres, 9 de gener del 2008

Otra vez Costa, y van cinco

Los candidatos que baraja el PP para las próximas elecciones generales en Castellón no son los que mejor han defendido los intereses de la provincia. Juan Costa ha dejado en dos ocasiones tirada a Castellón, la primera durante su etapa como ministro, en la que se desentendió de la provincia, y la segunda tras las elecciones de 2004, cuando renunció a ejercer la labor de oposición que le habían asignado los ciudadanos, y se marchó con Rodrigo Rato al Fondo Monetario Internacional.
Después de las elecciones de marzo de 2004, Juan Costa, que encabeza las listas de Castellón desde las elecciones de 1993, sólo ocupó durante medio año el escaño de diputado en el Congreso. El 30 de octubre de ese año anunció su decisión de aceptar el cargo de consejero del Fondo Monetario en una rueda de prensa en la que dijo que esos seis meses los había dedicado a meditar si aceptaba irse, u optada por seguir “defendiendo los intereses de Castellón". Ahora vuelve, a pesar de la oposición de Fabra, para volvernos a decir que va a defender de nuevo los intereses de Castellón.
Su etapa como ministro tampoco fue más fructífera para Castellónpuesto que el único compromiso que adquirió con la provincia, la financiación de los planes de competitividad de los sectores productivos, la incumplió.
Por tanto, el candidato que baraja el PP para encabezar su lista al Congreso por Castellón no es una garantía para el bienestar y la prosperidad de la provincia.
Respecto del número dos de la candidatura del PP, Miguel Barrachina, sólo cabe lamentar sus constantes intentos de generar confusión en torno a las estadísticas de delitos y las inversiones del Gobierno. Recuerdo la promesa que realizó en 2002 de poner en servicio la autovía Mudéjar en su tramo de Castellón en 2003, una de las grandes mentiras del PP en la anterior precampaña, junto con la promesa de Camps de hacer llegar el AVE a la Comunitat Valenciana en 2007.
Lo único que pueden hacer los candidatos del PP en la campaña electoral que se avecina es explicar a la opinión pública porqué los gobiernos de Aznar son los únicos que no trajeron agua, ni AVE, ni comisarías, ni cuarteles, ni policías, y tampoco pusieron al servicio del ciudadano inmuebles como el edificio de Hacienda, el Bando de España, la oficina de Extranjeros o la sede del INSS. Asímismo, exijo a Costa y Barrachina que expliquen porqué el último presupuesto que ejecutó en su totalidad el PP, el de 2003, se quedó sin ejecutar en un 72%.