No puede calificarse de otra forma que de afrenta sin precedentes la retirada por parte del Consell de la partida asignada a la culminación de la ronda de Castellón, y por tanto, el presidente de la Generalitat debe explicaciones por una modificación de crédito que deja en el aire una obra que lleva diecinueve años en ejecución.
Es una desvergüenza que Camps coloque la primera piedra de la autovía Burriana-Almassora, otra obra con más de un lustro de retraso, el mismo día que sentencia en el Diario Oficial la culminación de la ronda de Castellón. Mientras colocaba la primera piedra en Burriana, la quitaba en Castelló, a lo que se une el reguero de anuncios de inicio de obras por parte de los consellers en vísperas de elecciones, y las visitas a solares de Font de Mora.
Al margen de ello, las primeras piedras que coloca Camps carecen de credibilidad y no son válidas ni siquiera como muestra de voluntad. Recuerdo que el jefe del Consell presentó en septiembre de 2006, a unos meses de las elecciones autonómicas, el proyecto de la Ciudad de la Música de Benicàssim, y aún no conocemos ni el proyecto.
La Generalitat está batiendo récords en los plazos de ejecución de infraestructuras como la autovía de la Plana, la autovía litoral Nules-Castellón o la ronda de circunvalación de la capital de la Plana.
La Conselleria de Infraestructuras no ha licitado la mayoría de las obras previstas en los presupuestos de la Generalitat de 2006 y 2007, lo que supone un incumplimiento flagrante de los compromisos adquiridos y que afectan fundamentalmente a la seguridad vial de las carreteras. Entre las obras incluidas en los sucesivos presupuestos y que siguen sin ejecutar, figuran la ronda suroeste de Vila-real, el acceso a Peníscola, las carreteras Orpesa-Cabanes, Vilafamés-Sant Joan de Moró, y Borriana-Vila-real, la construcción de un puente en Ribesalbes, la carretera Betxí-les Alqueries, y la Avenida de España y la CV-2160 en Segorbe. Muchas de estas obras siguen apareciendo en los presupuestos de este año con cantidades simbólicas.
Además, la Generalitat ha cargado en los presupuestos municipales de la ciudad de Castellón proyectos que son de su competencia, como la ronda noroeste y el Plan de la Marjalería.
Todo ello resta credibilidad a las palabras del presidente de la Generalitat.
Además, en 12 años el PP ha sido incapaz de eliminar los 260 barracones que existen en los colegios e institutos de Castellón, de ejecutar los ocho centros de salud pendientes que aparecen en los presupuestos, de dar solución a la polémica de los vertederos, el tranvía de la Plana, las inversiones en la mejora de los caminos rurales de la provincia, de dar solución a la deficiente red de distribución de energía eléctrica, a la falta de infraestructuras para prevenir inundaciones, de resolver el conflicto generado en la zona industrial del Serrallo, ejecutar la Ciudad de las Lenguas, Mundo Ilusión, el aeropuerto, el Plan de la Marjalería, el museo de dinosaurios, el conservatorio de Castellón, el Mega Espai, el Espai Comercial, la Ciudad de la Música, los centros para inmigrantes o el encauzamiento de barrancos.
Es una desvergüenza que Camps coloque la primera piedra de la autovía Burriana-Almassora, otra obra con más de un lustro de retraso, el mismo día que sentencia en el Diario Oficial la culminación de la ronda de Castellón. Mientras colocaba la primera piedra en Burriana, la quitaba en Castelló, a lo que se une el reguero de anuncios de inicio de obras por parte de los consellers en vísperas de elecciones, y las visitas a solares de Font de Mora.
Al margen de ello, las primeras piedras que coloca Camps carecen de credibilidad y no son válidas ni siquiera como muestra de voluntad. Recuerdo que el jefe del Consell presentó en septiembre de 2006, a unos meses de las elecciones autonómicas, el proyecto de la Ciudad de la Música de Benicàssim, y aún no conocemos ni el proyecto.
La Generalitat está batiendo récords en los plazos de ejecución de infraestructuras como la autovía de la Plana, la autovía litoral Nules-Castellón o la ronda de circunvalación de la capital de la Plana.
La Conselleria de Infraestructuras no ha licitado la mayoría de las obras previstas en los presupuestos de la Generalitat de 2006 y 2007, lo que supone un incumplimiento flagrante de los compromisos adquiridos y que afectan fundamentalmente a la seguridad vial de las carreteras. Entre las obras incluidas en los sucesivos presupuestos y que siguen sin ejecutar, figuran la ronda suroeste de Vila-real, el acceso a Peníscola, las carreteras Orpesa-Cabanes, Vilafamés-Sant Joan de Moró, y Borriana-Vila-real, la construcción de un puente en Ribesalbes, la carretera Betxí-les Alqueries, y la Avenida de España y la CV-2160 en Segorbe. Muchas de estas obras siguen apareciendo en los presupuestos de este año con cantidades simbólicas.
Además, la Generalitat ha cargado en los presupuestos municipales de la ciudad de Castellón proyectos que son de su competencia, como la ronda noroeste y el Plan de la Marjalería.
Todo ello resta credibilidad a las palabras del presidente de la Generalitat.
Además, en 12 años el PP ha sido incapaz de eliminar los 260 barracones que existen en los colegios e institutos de Castellón, de ejecutar los ocho centros de salud pendientes que aparecen en los presupuestos, de dar solución a la polémica de los vertederos, el tranvía de la Plana, las inversiones en la mejora de los caminos rurales de la provincia, de dar solución a la deficiente red de distribución de energía eléctrica, a la falta de infraestructuras para prevenir inundaciones, de resolver el conflicto generado en la zona industrial del Serrallo, ejecutar la Ciudad de las Lenguas, Mundo Ilusión, el aeropuerto, el Plan de la Marjalería, el museo de dinosaurios, el conservatorio de Castellón, el Mega Espai, el Espai Comercial, la Ciudad de la Música, los centros para inmigrantes o el encauzamiento de barrancos.
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