Considero una desfachatez que el conseller de Infraestructuras, Mario Flores, apremie al Ministerio de Fomento sobre las fechas del AVE a Castellón, y sin embargo sea incapaz de poner una fecha para la conclusión del sistema de transporte metropolitano para la Plana, tal como denuncia el conseller en la prensa de este domingo.
Lo único insólito, para reproducir su forma de expresar asombro, es que en la recta final de la primera década del siglo XXI, una ciudad como Castellón siga sin disfrutar de un sistema de transporte metropolitano que la convierta en una metrópoli funcional para sus habitantes, que facilite la movilidad urbana en el entorno metropolitano, e incentive la interrelación social, la actividad económica y las opciones de ocio y cultura, con el agravante de que Castellón sigue siendo la única capital valenciana sin un sistema de transporte público, del que sí disfrutan desde hace años Valencia y Alicante.
Estoy convencida de que las críticas de Mario Flores obedecen a una consigna del PP para desviar a Castellón las exigencias sobre el AVE, una vez se han encontrado con que Fomento está poniendo ya las traviesas de la alta velocidad a las mismas puertas de la ciudad de Valencia. Cuando ya nadie en el PP duda de que Madrid y el País Valenciano estarán unidos por el AVE antes en dos años, incluido Castellón por la plataforma actual, los estrategas del PP vuelven su mirada a Castellón y ordenan exigir fechas para ese ramal de la alta velocidad, que el PP, dicho sea de paso, ni siquiera previno cuando gobernó, y que sólo se incluyó tras una enmienda socialista.
Escudero recuerda que el PP gobernó ocho años en España y no trajo ni AVE, ni agua, ni más policías, ni cuarteles, ni comisarías, ni trasvases”, por lo que considera la actual estrategia popular un engaño al más puro estilo del que protagonizaron Aznar, Acebes, Rajoy y Zaplana tras el 11-M, otro engaño, uno más, que los electores valencianos no pueden dejar impune.
Reto, pues, a Mario Flores a que diga si va poner en servicio el sistema de transporte metropolitano en toda la Plana antes de la llegada del AVE a Castellón, y si no es así debería dimitir por engañar y discriminar a los ciudadanos de Castellón, y por utilizar su cargo institucional para atacar al Gobierno en clave puramente de partido.
Creo que alguien en el Gobierno valenciano debería asumir responsabilidades no sólo por la falta de inversiones en el transporte público de Castellón, sino por los retrasos en la autovía Nules-Benicàssim, en el desdoblameinto Vila-real-Burriana, en la ronda de Castellón, en el nuevo vial Castellón-Benicàssim, en las declaraciones de impacto ambiental para la prolongación de la A-7 hasta Tarragona, en la ronda sur de Vila-real, en la carretera Peñíscola-Benicarló, Benicarló-Càlig, Cabanes-Oropesa, y Torreblanca-aeropuerto. Demasiadas cosas acumula en Castellón el flamante vecino temporal de la zona de la Ciutat de les Arts como para ponerse a esparcer cortinas de humo.
Lo único insólito, para reproducir su forma de expresar asombro, es que en la recta final de la primera década del siglo XXI, una ciudad como Castellón siga sin disfrutar de un sistema de transporte metropolitano que la convierta en una metrópoli funcional para sus habitantes, que facilite la movilidad urbana en el entorno metropolitano, e incentive la interrelación social, la actividad económica y las opciones de ocio y cultura, con el agravante de que Castellón sigue siendo la única capital valenciana sin un sistema de transporte público, del que sí disfrutan desde hace años Valencia y Alicante.
Estoy convencida de que las críticas de Mario Flores obedecen a una consigna del PP para desviar a Castellón las exigencias sobre el AVE, una vez se han encontrado con que Fomento está poniendo ya las traviesas de la alta velocidad a las mismas puertas de la ciudad de Valencia. Cuando ya nadie en el PP duda de que Madrid y el País Valenciano estarán unidos por el AVE antes en dos años, incluido Castellón por la plataforma actual, los estrategas del PP vuelven su mirada a Castellón y ordenan exigir fechas para ese ramal de la alta velocidad, que el PP, dicho sea de paso, ni siquiera previno cuando gobernó, y que sólo se incluyó tras una enmienda socialista.
Escudero recuerda que el PP gobernó ocho años en España y no trajo ni AVE, ni agua, ni más policías, ni cuarteles, ni comisarías, ni trasvases”, por lo que considera la actual estrategia popular un engaño al más puro estilo del que protagonizaron Aznar, Acebes, Rajoy y Zaplana tras el 11-M, otro engaño, uno más, que los electores valencianos no pueden dejar impune.
Reto, pues, a Mario Flores a que diga si va poner en servicio el sistema de transporte metropolitano en toda la Plana antes de la llegada del AVE a Castellón, y si no es así debería dimitir por engañar y discriminar a los ciudadanos de Castellón, y por utilizar su cargo institucional para atacar al Gobierno en clave puramente de partido.
Creo que alguien en el Gobierno valenciano debería asumir responsabilidades no sólo por la falta de inversiones en el transporte público de Castellón, sino por los retrasos en la autovía Nules-Benicàssim, en el desdoblameinto Vila-real-Burriana, en la ronda de Castellón, en el nuevo vial Castellón-Benicàssim, en las declaraciones de impacto ambiental para la prolongación de la A-7 hasta Tarragona, en la ronda sur de Vila-real, en la carretera Peñíscola-Benicarló, Benicarló-Càlig, Cabanes-Oropesa, y Torreblanca-aeropuerto. Demasiadas cosas acumula en Castellón el flamante vecino temporal de la zona de la Ciutat de les Arts como para ponerse a esparcer cortinas de humo.
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