Los avances sociales y las políticas de modernización y prosperidad que está imprimiendo el PSOE desde el Gobierno de España no pueden verse truncadas en la Comunitat Valenciana por un gobierno autonómico del PP parapetado en la mentira, el engaño, el catastrofismo y la manipulación constantes. Camps y el PP imponen el todo vale, incluido el boicot a las inversiones del Gobierno, con tal de preservar réditos personales y de partido.
En el curso político recién iniciado, los socialistas valencianos vamos a poner todo nuestro empeño en desenmascarar el victimismo, la demagogia y el discurso hueco que emplean los dirigentes franquiciados de Mariano Rajoy, al tiempo que reforzaremos la idea del PSPV como el único instrumento a través del cual la sociedad valenciana va a poner fin al despilfarro, la deuda, el deterioro o desmantelamiento de servicios públicos, la instrumentalización de los medios públicos de comunicación, y el enfrentamiento estéril entre instituciones.
Desde el más puro egoísmo, el PP ha enfrentado a la Comunitat Valenciana con Andalucía, Cantabria, Castilla-la Mancha, Aragón, Catalunya, y el Gobierno de España, y únicamente parece dispuesto a mantener buenas relaciones con Murcia. Es decir, una política de aislamiento tremendamente nociva para los intereses de los valencianos. Son necesarias una buenas conexiones viarias con Murcia, pero los ciudadanos deben conocer también que la Generalitat está retardando de forma premeditada la prolongación de la autovía A-7 desde Castellón al límite con Tarragona mediante retrasos injustificados en la entrega de los estudios de impacto ambiental para que el Ministerio de Fomento acometa el proyecto, tal como se comprometió en el protocolo firmado con la Generalitat en 2005. Es necesario, también, que se conozca que tras ocho años con los Aznar, Rajoy, Acebes y Zaplana en el Gobierno de España, el porcentaje licitado de la línea de AVE Madrid-Comunitat Valenciana era del 1’5%, y en sólo tres años de Gobierno de Zapatero la totalidad del recorrido está licitado o en ejecución. Debe conocerse además, y así lo vamos a propagar, que los dirigentes estatales y autonómicos del PP descartaron en una reunión celebrada en Murcia en 2001 invertir en el Corredor Ferroviario del Mediterráneo; que fue Aznar quien priorizó otras líneas de AVE a Barcelona, Málaga o Valladolid, antes que la de la Comunitat Valenciana; que fue el PP quien excluyó en Bruselas el Corredor Mediterráneo de los grandes ejes transeuropeos; que fue con el PP cuando se alcanzaron los peores índices de delincuencia, y que los únicos gobiernos que no han aumentado ni en una gota los recursos hídricos de la Comunitat Valenciana han sido los del PP.
En términos demoscópicos, el PP valenciano considera más rentable oponerse a inversiones en desaladoras y carreteras, obstaculizar la aplicación de la Ley de Dependencia, o ralentizar el Plan de la Vivienda del Gobierno, que instalarse en la lealtad institucional y colaborar para que los valencianos se beneficien al máximo de los avances sociales y las políticas de modernización que despliega el Gobierno de España. No parece importarles, y hasta ahí alcanza la falta de escrúpulos, que los más de cien mil potenciales beneficiarios de la Ley de Dependencia en la Comunitat Valenciana se vean privados de las prestaciones a las que ya tienen derecho.
En el afán de construir la Comunitat Valenciana próspera, moderna, competitiva, solidaria, integradora y dialogante que todos deseamos, desde el PSPV no vamos a consentir que el PPCV urda nuevas estratagemas catastrofistas como la que anuncia ahora cataclismos en la marcha de la economía si Mariano Rajoy no toma las riendas del Gobierno, pasando por encima de las previsiones de todos los analistas.
Vamos a esforzarnos para divulgar el compromiso del Gobierno con la Comunitat Valenciana, y denunciar el boicot del PP a las inversiones estatales. Vamos a desenmascarar la mentira y las teorías estrafalarias sobre el enemigo externo, y sobre todo, vamos a confiar en que una sociedad madura aparcará en la cuneta un estilo de hacer política sustentado en la estridencia, la frase hueca, las cortinas de humo, el lenguaje torticero, el enredo y el chiste fácil, sin más. Todo para distraer la atención sobre el pobre bagaje de la acción de gobierno del PP, y las escasas expectativas de Mariano Rajoy.
En el curso político recién iniciado, los socialistas valencianos vamos a poner todo nuestro empeño en desenmascarar el victimismo, la demagogia y el discurso hueco que emplean los dirigentes franquiciados de Mariano Rajoy, al tiempo que reforzaremos la idea del PSPV como el único instrumento a través del cual la sociedad valenciana va a poner fin al despilfarro, la deuda, el deterioro o desmantelamiento de servicios públicos, la instrumentalización de los medios públicos de comunicación, y el enfrentamiento estéril entre instituciones.
Desde el más puro egoísmo, el PP ha enfrentado a la Comunitat Valenciana con Andalucía, Cantabria, Castilla-la Mancha, Aragón, Catalunya, y el Gobierno de España, y únicamente parece dispuesto a mantener buenas relaciones con Murcia. Es decir, una política de aislamiento tremendamente nociva para los intereses de los valencianos. Son necesarias una buenas conexiones viarias con Murcia, pero los ciudadanos deben conocer también que la Generalitat está retardando de forma premeditada la prolongación de la autovía A-7 desde Castellón al límite con Tarragona mediante retrasos injustificados en la entrega de los estudios de impacto ambiental para que el Ministerio de Fomento acometa el proyecto, tal como se comprometió en el protocolo firmado con la Generalitat en 2005. Es necesario, también, que se conozca que tras ocho años con los Aznar, Rajoy, Acebes y Zaplana en el Gobierno de España, el porcentaje licitado de la línea de AVE Madrid-Comunitat Valenciana era del 1’5%, y en sólo tres años de Gobierno de Zapatero la totalidad del recorrido está licitado o en ejecución. Debe conocerse además, y así lo vamos a propagar, que los dirigentes estatales y autonómicos del PP descartaron en una reunión celebrada en Murcia en 2001 invertir en el Corredor Ferroviario del Mediterráneo; que fue Aznar quien priorizó otras líneas de AVE a Barcelona, Málaga o Valladolid, antes que la de la Comunitat Valenciana; que fue el PP quien excluyó en Bruselas el Corredor Mediterráneo de los grandes ejes transeuropeos; que fue con el PP cuando se alcanzaron los peores índices de delincuencia, y que los únicos gobiernos que no han aumentado ni en una gota los recursos hídricos de la Comunitat Valenciana han sido los del PP.
En términos demoscópicos, el PP valenciano considera más rentable oponerse a inversiones en desaladoras y carreteras, obstaculizar la aplicación de la Ley de Dependencia, o ralentizar el Plan de la Vivienda del Gobierno, que instalarse en la lealtad institucional y colaborar para que los valencianos se beneficien al máximo de los avances sociales y las políticas de modernización que despliega el Gobierno de España. No parece importarles, y hasta ahí alcanza la falta de escrúpulos, que los más de cien mil potenciales beneficiarios de la Ley de Dependencia en la Comunitat Valenciana se vean privados de las prestaciones a las que ya tienen derecho.
En el afán de construir la Comunitat Valenciana próspera, moderna, competitiva, solidaria, integradora y dialogante que todos deseamos, desde el PSPV no vamos a consentir que el PPCV urda nuevas estratagemas catastrofistas como la que anuncia ahora cataclismos en la marcha de la economía si Mariano Rajoy no toma las riendas del Gobierno, pasando por encima de las previsiones de todos los analistas.
Vamos a esforzarnos para divulgar el compromiso del Gobierno con la Comunitat Valenciana, y denunciar el boicot del PP a las inversiones estatales. Vamos a desenmascarar la mentira y las teorías estrafalarias sobre el enemigo externo, y sobre todo, vamos a confiar en que una sociedad madura aparcará en la cuneta un estilo de hacer política sustentado en la estridencia, la frase hueca, las cortinas de humo, el lenguaje torticero, el enredo y el chiste fácil, sin más. Todo para distraer la atención sobre el pobre bagaje de la acción de gobierno del PP, y las escasas expectativas de Mariano Rajoy.
Artículo publicado en el periódico Economía y Finanzas en Septiembre de 2007
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