No deja de ser alentador que algunos de los aspirantes a liderar el PSPV anuncien su renuncia a ejercer caudillajes y a despojarse de etiquetas, pero las buenas intenciones y la retórica florida estarían más revestidas de sinceridad si las llamadas a la integración y a la recomposición del socialismo valenciano, no estuvieran acompañadas de la condición sine qua non de que ese proceso pase por uno mismo.
Jordi Sevilla ha renunciado a luchar por el liderazgo del socialismo valenciano, pero no a dar su opinión “libre y abierta” y a influir en el proceso de renovación del PSPV. Quizá esa sea la forma más eficaz de superar divisiones, eliminar etiquetas y renunciar a caudillajes, y lo más positivo para el socialismo valenciano sería elegir ese camino como muestra de voluntad sincera de propiciar equipos potentes capaces de afrontar las dificultades e integrar a todas las sensibilidades del partido.
Efectivamente, muchos en este partido acumulan una dilatada experiencia en las artes del etiquetaje y el acaudillamiento.
Jordi Sevilla ha renunciado a luchar por el liderazgo del socialismo valenciano, pero no a dar su opinión “libre y abierta” y a influir en el proceso de renovación del PSPV. Quizá esa sea la forma más eficaz de superar divisiones, eliminar etiquetas y renunciar a caudillajes, y lo más positivo para el socialismo valenciano sería elegir ese camino como muestra de voluntad sincera de propiciar equipos potentes capaces de afrontar las dificultades e integrar a todas las sensibilidades del partido.
Efectivamente, muchos en este partido acumulan una dilatada experiencia en las artes del etiquetaje y el acaudillamiento.
Ahora, sin embargo, tenemos la oportunidad de demostrar que el futuro del socialismo valenciano está por encima de todo.
La única condición sine qua non que ha de reunir un aspirante para superar divisiones, etiquetas y caudillajes, es no haberse dedicado en el pasado precisamente a generar divisiones, a colocar etiquetas, y a ejercer el caudillaje. Nadie que acumule a sus espaldas años de beligerancia, enroque, sometimiento y confrontación puede reunir las condiciones que precisa cualquier aspirante a liderar el PSPV.
Por todo ello, estoy de acuerdo en la necesidad de superar divisiones y etiquetas para dotar al socialismo valenciano de un equipo potente capaz de hacer frente a las dificultades a las que se enfrenta el PSPV, pero en verdad digo que si esa proclama no es sincera, este partido no soportará otros veinte años de derrotas electorales. Y algunas de las proclamas que se han escuchado hasta ahora no son, ni mucho menos, sinceras.
Por tanto, confío en la capacidad de cada uno de mirarnos a nosotros mismos y darnos cuenta si somos las personas indicadas, o si por el contrario lo único que se genera es aversión, rechazo e irritación. En ese caso se debe tener el valor, la dignidad y la elegancia de dar un paso atrás, sin renunciar al derecho legítimo a participar en el proceso de renovación del PSPV desde nuestras respectivas posiciones.
El partido está por encima de las personas. O al menos así debería ser.
La única condición sine qua non que ha de reunir un aspirante para superar divisiones, etiquetas y caudillajes, es no haberse dedicado en el pasado precisamente a generar divisiones, a colocar etiquetas, y a ejercer el caudillaje. Nadie que acumule a sus espaldas años de beligerancia, enroque, sometimiento y confrontación puede reunir las condiciones que precisa cualquier aspirante a liderar el PSPV.
Por todo ello, estoy de acuerdo en la necesidad de superar divisiones y etiquetas para dotar al socialismo valenciano de un equipo potente capaz de hacer frente a las dificultades a las que se enfrenta el PSPV, pero en verdad digo que si esa proclama no es sincera, este partido no soportará otros veinte años de derrotas electorales. Y algunas de las proclamas que se han escuchado hasta ahora no son, ni mucho menos, sinceras.
Por tanto, confío en la capacidad de cada uno de mirarnos a nosotros mismos y darnos cuenta si somos las personas indicadas, o si por el contrario lo único que se genera es aversión, rechazo e irritación. En ese caso se debe tener el valor, la dignidad y la elegancia de dar un paso atrás, sin renunciar al derecho legítimo a participar en el proceso de renovación del PSPV desde nuestras respectivas posiciones.
El partido está por encima de las personas. O al menos así debería ser.
3 comentaris:
Isabel, por lo que a mi respecta, te acabas de retratar. Atacas a quien se puede atacar, no a quien se debe. Jamás te he visto ni oido meterte con quienes han dejado al PSPV como tierra campa, por motivos personales: medrar y llegar a la jubilación subidos al carro -al que por más que le falte engrase y alguna rueda este rota, sigue rulando, por lo que cumple " su " objetivo- .
La frase final es palabrería: no hubieses durado ni un segundo en tus cargos si de verdad te repeliera quien pone sus intereses personales por encima del partido, su entorno, o la sociedad.
Compañera o compañero anónimo. De lo que se trata ahora es de que la rueda del carro no acabe de romperse por completo.
Hola, Isabel,creo que tienes razón en muchas cosas de las que dices, pero mira, yo, como militante y activa en mi agrupación, tengo mucho que decir y me parece bien la llamada a la tranquilidad y al proceso en orden, pero sabemos mucho de manipulaciones, de querer medrar a costa de las siglas socialistas, de manipular a los militantes, en fin, de todo eso que sabes pasa. Mi mayor pena es la retirada de Jordi, creo que hubiera sido el mejor candidato a renovar este partido en esta comunidad. Dado que no se presentará, hay que ser conscientes de que alguna lucha habrá ¡pero si las hay por cosas mucho menores! y tú que eres de Castellón, lo sabes, y yo, que soy de Benicássim, también.Aquí cuecen habas y en Castellón a calderas. Pero ilusión, (ahora va costando más que antes la ilusión, no creas) pondremos en el futuro y todo el esfuerzo por contribuir a la victoria, también. Un abrazo
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