dimarts, 11 de març del 2008

CHANTAJE INTOLERABLE DE CAMPS

Una de las reacciones del presidente de la Generalitat ante los resultados electorales, desafortunada por otra parte, ha sido reconocer de forma expresa que ha mantenido bloqueadas todas las ayudas sociales contempladas en las sucesivas leyes que ha aprobado el Gobierno de España. Y lo admite así, a las claras, y sin inmutarse.
Habla, exactamente, de tender puentes con el nuevo Gobierno, como no podía ser de otra forma, y como debió hacer en los últimos cuatro años y no hizo. Y ofrece desbloquear las ayudas sociales a cambio de que el Gobierno modifique el sistema de financiación, un sistema que aprobó el último gobierno de Aznar y que para el PP valenciano fue válido hasta el 14 de marzo de 2004.
El Gobierno de la Generalitat que preside Camps está obligado a aplicar las leyes que aprueba el Gobierno de España, pero los incumplimientos, según en qué casos, son graves. Y este es uno de ellos, porque los principales perjudicados por el hecho de que Camps haya decidido bloquear las ayudas sociales no son el PSOE, ni el Globierno de España. Son todas aquellas personas que sufren un determinado grado de dependencia, y todas sus familias, algunas de las cuales votarán al PP.
Las exigencias de Camps para desbloquear las ayudas sociales suenan a chantaje intolerable. Existen mecanismos institucionales para negociar y renegociar la financiación autonómica en el marco que corresponda, y la vía no es la retención de ayudas dispuestas por el Gobierno de España y dirigidas a los colectivos menos favorecidos.