dimarts, 11 de març del 2008

NO HA SIDO POSIBLE

Los socialistas de Castellón estábamos esperanzados en la posibilidad de vencer al PP en nuestra circunscripción, y habíamos centrado todas nuestras energías en la consecución de ese objetivo. No ha sido posible. Los sondeos a pie de urna nos proyectaron un espejismo fugaz otorgando a los socialistas el tercer diputado por Castellón, pero a medida que avanzó el escrutinio no tardó en vislumbrarse la imposibilidad de superar en votos al PP.
La campaña ha sido intensa, y los candidatos han realizado un esfuerzo tremendo para explicar en la calle las inversiones del Gobierno y los compromisos para la próxima legislatura. Pero ello sólo ha servido para consolidar el voto que el PSPV obtuvo hace cuatro años en las elecciones del 14 de marzo de 2004, y no ha impedido que el PP haya incrementado su respaldo. En términos absolutos el PSPV aumenta poco más de un centenar de votos, y en términos relativos desciende medio punto. El PP, en cambio, ha aumentado en 3’5 puntos su porcentaje de votos, del 45’6 de 2004, al 49% de 2008.
¿Qué análisis corresponde? Personalmente, creo que el PP ha recuperado el voto que perdió en las últimas generales tras el atentado del 11-M. Las personas que en aquella ocasión dejaron de votar al PP en Castellón y se declinaron por otras opciones, por el voto en blanco, o por la abstención, han vuelto a votar al PP. En ese sentido, creo que se han producido trasvases de votos en dos sentidos: el PP ha recuperado del PSOE parte del voto que perdió hace cuatro años, mientras que el PSOE ha logrado mantenerse en Castellón a costa de EU i del Bloc, que han perdido prácticamente la mitad de sus votos. La diferencia porcentual entre el PP y el PSOE en Castellón es en términos relativos de cinco puntos porcentuales, pero en términos absolutos es de 15.830 votos, y esos 15.830 votos han significado un diputado y dos senadores más para el PP.
Sinceramente, en el ya disuelto Comité Electoral no preveíamos la posibilidad de que el PP recuperara votos en Castellón, y mucho menos después de haber quedado demostrado que Castellón ha sido fustigada en inversiones por el Gobierno autonómico del PP, y que las dos legislaturas de Aznar fueron especialmente improductivas para Castellón justo en las cuestiones que ahora reivindica el PP: agua, AVE, infraestructuras y seguridad ciudadana. El balance de los cuatro años de Gobierno de Zapatero ha sido positivo para Castellón, aunque quizá los socialistas de aquí no hemos sabido difundirlo, algo, por otra parte, especialmente complicado a causa del flagrante secuestro de los medios públicos de comunicación por parte del PP valenciano.
Así las cosas, pensamos que manteniendo el voto de 2004, lo que ya en sí era complicado, podíamos mantener viva la esperanza de superar en votos al PP. Podría haberse perdido de igual forma ese tercer diputado, pero en cualquier caso estábamos convencidos de que habría sido por unos centenares de votos, y no por quince mil y pico, como ha ocurrido. La explicación al repunte del PP, mayor en Valencia, sólo cabe buscarlo en la recuperación del voto que el PP dejó en la cuneta por las mentiras del 11-M. Al menos en el País Valenciano, el electorado del PP le ha perdonado ya aquellos episodios nefastos.
En cualquier caso, Castelló ha registrado, como en las pasadas elecciones autonómicas, el mejor resultado para el PSPV en las tres circunscripciones valencianas. No se trata de pretender salvar a nadie de la quema electoral, como algunos pretenden hacer ver. Se trata simplemente de una realidad, por más que les pese a algunos, que hubieran preferido una derrota aún mayor para dar vía de escape a sus frustraciones personales. Lo sentimos, entonces. La derrota en Castellón no ha sido escandalosa.
Por otra parte, respecto de las reflexiones internas que se reivindican ahora, es obvio que se hace necesaria la reflexión. Ha de producirse, pero ha de ser sincera, constructiva, y sobre todo productiva. Pienso que el problema del PSPV es estructural y es bueno empezar por admitirlo.
Como dijo Filipides al anunciar la victoria en la batalla de Marathon: "NENIKEKAMEN" (¡hemos vencido!), y cayó exhausto. Pues eso, hemos vencido. Tendremos gobierno en España, Zapatero será el próximo presidente, y hemos de conseguir que en estos cuatro años sean otros los que caigan exhaustos.